Un
lleno total fue el que registro el coso taurino montado en esta ciudad; con un
cartel atractivo y toros que prometían mucho llamaron la atención de los
aficionados a la fiesta brava y a otros que no lo son tanto pero disfrutan el
arte de la tauromaquia. El recuentro que se hace en los astados es que aún
falta mucho para que la fiesta brava en los Chenes luzca, ya que para la
selección debe haber conocedores en los toros aunque estos no tienen palabra de
honor.
La
ganadería de San Salvador de Ríos Lagartos de la familia Conde Medina fiel a su
crianza mando ejemplares más cerca de novillo a toro en toda la extensión de la
palabra; la incipiente ganadería de san Rafael mostro en el lote enviado al
ruedo que la crianza del ganado de lidia no es tan solo es pasatiempo, es parte
de un proceso porque el toro bravo es el animal mejor criado y cuidado desde
que nace hasta que se despacha para ir a la plaza de toros. Arturo Masías “El Cejas” y Alfredo Ríos “El Conde”
cumplidores, David Martínez “El Colombiano” todo valor y Uriel Moreno “El Zapata”
la muleta mandona y la espada precisa demostrando por qué hoy por hoy es de lo
mejor de la baraja taurina, nos quedamos sin ver el par monumental pero a
cambio nos regaló una estocada a la altura de las mejores plazas de México y
España, una oreja adorna ya sus vitrinas.
Con
las disculpas a nuestros lectores por lo complicado al acceso a la plaza de
toros para desempeñar nuestro trabajo referenciamos lo anterior con gráficas y
opiniones de gente que estuvo presente en los tendidos.
Mención
especial merece Cesar Domínguez en la víspera de ser subalterno pero que con
las banderillas demostró que en hopelchen hay algo de arte valor y entrega
aunque con sagrados banderilleros como “El Zapata” y “El Conde” lo invitaron a banderilla
es por algo; seguramente vieron de cerca los pitones lo que se observa en toros
que no han tenido el manejo adecuado, ya que envisten con el capote y el engaño
pero con las banderillas y la muleta están más despiertos que un gato; ya que
desde las banderillas estuvieron a punto de sufrir un revolcón y con la muleta
su faena fue de pitón a pitón por la cara y muy poco pudieron hacer con los
astados que les tocaron.
Ojala
Y para la próxima feria empiecen a trabajar desde ahora y realmente se le dé a
esta ciudad las tardes de toros que se merece ya que puntualmente se paga en
taquilla el precio de los boletos que no difieren en mucho a las que se cobran
en Hecelchakán que es la feria más tradicional de la región de los Chenes y del
Camino Real.
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